Un hábito que no demanda ninguna disciplina y esfuerzo, todo lo contrario, pero que me ha cambiado la vida es dar agradecimiento, lo hacemos antes de dormir, yo agradezco por los logros del día, por la buena salud de toda mi familia y la mía, por tener una casa, por el trabajo, también agradezco por el esfuerzo y empeño que ustedes le ponen al trabajo y siempre agradezco por la vida.
Este ejercicio te cambia el estado mental. A mi me ayuda a mantenerme motivado e intenso. Tanto así que trato de aprovechar cada minuto del día y no pierdo tiempo en quejarme. Bueno, no voy negar que a veces si lo hago porque me siento frustrado por las actitudes de algunos colaboradores, pero trato de que eso no me arruine el día y no me distraiga. Sino lo hacen todavía, háganlo y van a ver, aunque Nada cambie, si uno cambia, todo cambia.