Esta semana corrí 119 kilómetros, ¡casi como hacer tres maratones! Antes pensaba que era imposible, pero descubrí que lo más difícil es organizar mi día para poder entrenar sin sacrificar el trabajo.  A veces, pensamos que algo va a ser muy difícil, pero cuando lo intentamos, nos damos cuenta de que podemos hacerlo. Lo importante es atreverse a empezar.

Para que tengan una idea, los corredores profesionales corren esta cantidad de kilómetros por semanas durante casi todo el año, pero después de correr descansan todo el día. En cambio, yo lo que hago es aprovechar el tiempo que corro para pensar en el pegue del día: en el cliente que no paga, en la venta que no hemos hecho, en los pedidos que hay que hacer, cómo mejorar la logística, en que necesitamos con urgencia otro terreno para viviendas, en el terreno de la bodega que no hemos podido cerrar, en los problemas del flujo de caja, problemas con la DGI, en cómo vender el inventario estancando, problemas propios, en mi maestría. Correr es mi reunión conmigo mismo.

Suscríbete al boletín.

Suscríbete al boletín.