Ya solo nos queda una semana, muchachxs. Yo sé que no andamos con muchas ganas, pero hay que darle. Así se siente en el último kilómetro de un maratón: te querés parar porque te duelen hasta las pestañas, pero uno no se para porque nadie se para. Le ves la cara a los corredores a tu alrededor y los ves que van sufriendo igual o más que uno, pero los más fuertes no paran y eso es lo que nos motiva a seguir. Sigámosle dando entonces. ¡Feliz semana!

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