Asegúrense de que todos los acuerdos, ya sean con proveedores, empleados, clientes o incluso en asuntos personales, estén claramente documentados por escrito. Nunca asumas que la otra parte siempre cumplirá con su palabra; por lo tanto, para prevenir malentendidos, decepciones y frustraciones, es preferible que dejes todo registrado de manera formal y clara.