Todos los días nos sentimos bombardeados de nuestros propios sentimientos negativos o de compañeros de trabajos que no saben expresarse o manejar sus emociones o de la queja de los clientes, pero está en nuestro control no dejar que esos sentimientos o emociones negativos no te afecten. No es fácil, pero hay que aprender a identificarlas y dejar ir ese sentimiento. No permitamos que nadie nos quita la tranquilidad.

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