Uno mismo se pone los límites de lo posible. Uno se dice a si mismo, “hasta aquí voy a llegar yo”, “no vale la pena seguir”, “no puedo hacer eso”, “eso no es lo mío” o por último, la frase que más odio “no se gana, pero se goza “.

La única manera de romper esas limitaciones es cambiando el estado de metal. Pensar que todo es posible si uno se lo propone. En vez de pensar “hasta aquí llego yo”, traten de pensar “voy a dar la mejor versión de mí mismo” y van a ver los cambios. Les aseguro que se van a sorprender de lo que pueden lograr.

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