Es común creer que los problemas que tiene UNO, son las más grandes y que solo nos pasa a nosotros. Nos hacemos las víctimas, pero la verdad es que todo el mundo tiene problemas, y a veces, más terribles que el que tenemos nosotros. No es fácil, pero hay aplicar la frase que dice “Si el problema se puede resolver, entonces no hay que preocuparse. Ahora, si el problema no se puede resolver, entonces tampoco hay que preocuparse.”

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